29 junio, 2006

Una receta para ellas


En el transcurso del vuelo Barcelona-Venecia me encontré en el compartimiento delantero una revista a la que mis ojos no podían dar crédito. Llamada "Burning Hearts", su cabecera estaba flanqueada por dos corazones en llamas y la fotografía de portada era un inmenso pastel de bodas en la que los muñecos de los novios se hallaban enfrascados en una pelea con guantes de boxeo sobre el epígrafe: Ready for the big day? Hojeándola intuí que la publicación estaba dedicada al amor y a sus presuntos derivados, léase seducción, sexo, bodas, hijos, divorcios, depresión posruptura.... Mi sorpresa inicial dio paso a una desarmante sensación opuesta: dado que el tema de los sentimientos inflamados da para tanto cómo es que nadie la ha importado aquí. Con todo, lo mejor era una columna de opinión que cerraba el número, dedicada a dar consejos sobre seducción para casos muy específicos. Esta en cuestión se dirigía a aquellas mujeres empecinadas en llevarse al huerto a un antiguo amigo al que hacía muchos años que no veían. Cito de memoria los alucinantes cinco puntos clave esgrimidos por una mujer ultramaquillada, de flequillo imposible y generoso lifting que sonreía sobrada de pintalabios desde un redondel en la esquina superior izquierda de la página. Quedan a vuestra discreción chicas.

1. Cocinar pasta rellena de pera.

2. Mostrarle manualidades de fabricación propia (y que preferiblemente contengan elementos lilas).

3. Tener una bicicleta estática visible.

4. Ponerle música de bossa nova.

5. Tener un corcho repleto de fotos divertidas con mucha gente variada.