22 noviembre, 2006

Pulsar el botón


Mirándome fijamente a los ojos el indígena me dijo: "Al final, la vida se reduce a si has apretado o no el botón. No se trata de un botón redondo y de algún color, de una circunferencia tangible sobre la que presionas tu dedo, sino de un botón mental que todos llevamos dentro. Este botón es incandescente, parpadea las 24 horas, noche y día, sople un bárbaro viento helado o luzca un sol rabioso, y emite un pitido tenue. Pero tanto su acompasado latido de luz como las plácidas ondas sonoras que propaga son indetectables por tus redes nerviosas y planean por tus circuitos neuronales como un avión espía que volara por debajo de tu radar corporal. Lo único capaz de percibir su existencia es algo más complejo que la intuición y menos evidente que un don.
A falta de palabras que lo definan con precisión, digamos que es un sexto sentido que pertenece a la misma familia del enigma que te faculta para dictar presagios y recordar cada mañana del mundo el sueño que acabas de abandonar. El que lo posee, por motivos siempre ajenos a su voluntad y sus méritos, puede decidir si desea o no apretar este botón interior. De optar por hacerlo conseguirá que le de un vuelco la vida, puesto que le encaminará hacia el lugar al que pertenece, donde acabará conociendo a la persona que de verdad es. El que no lo posee, jamás sabrá que incuba ese botón y por tanto jamás podrá pulsarlo, y el botón exhalará así su luminoso aliento musical hasta la muerte de su ignorante dueño, que perderá de este modo la ocasión de experimentar la vida a la que estaba destinado".

21 noviembre, 2006

La notícia d'avui

Convocado un orgasmo mundial en favor de la paz
Activistas estadounidenses llaman especialmente a los países con armas de destrucción masiva a practicar sexo el 22 de diciembre.

AFP, Washington (EEUU)
La clásica excusa de "Mi amor, me duele la cabeza" sería muy inapropiada. Por lo menos el viernes 22 de diciembre, para cuando activistas estadounidenses han convocado una gran jornada universal de sexo.

Los veteranos activistas Donna Sheehan y Paul Reffell defienden "la paz a través del sexo" y convocan a un audible orgasmo mundial. "La idea es que los participantes concentren su pensamiento en la paz, durante y después del orgasmo", indicaron los organizadores en un comunicado divulgado en el sitio web del proyecto www.globalorgasm.org. "Eso", explican Sheehan y Reffell, "podría cambiar el campo energético de la Tierra y reducir los peligrosos niveles actuales de agresión y violencia".

Además de la guerra en Irak, a los activistas les preocupa el incremento de la presencia naval en el Golfo, que temen podría ser un preámbulo a una guerra contra Irán. Combatir por la paz en medio de las sábanas, insisten, sería apropiado para "todos los hombres y mujeres" en el mundo, "pero especialmente en los países que tienen armas de destrucción masiva", indicaron Sheehan, de 76 años, y Reffell, de 55.

Cómo saber la participación
Dado que la participación -y por lo tanto el éxito- de la convocatoria serán difíciles de medir, los organizadores planean confiar una evaluación al Proyecto de Conciencia Global (Global Consciousness Project) de la Universidad de Princeton, que intenta observar cómo eventos globales como los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos afectan la conciencia humana. Un incremento en los nacimientos a fines de agosto de 2007 podría ser también un indicador del éxito de la jornada.

Sheehan ya ha dejado su marca en el movimiento estadounidense contra la guerra como organizadora de Baring Witness, un grupo de mujeres que comenzaron a realizar manifestaciones desnudas, contra la guerra, incluso antes de la invasión estadounidense de Irak, en marzo de 2003. La activista cree que el mundo moderno sufre de un exceso de testosterona, lo que alimenta la agresividad y la violencia entre los hombres, y "el poder seductor de una voz femenina y calma" podría ayudar. Cuando no organizan protestas poco ortodoxas, Sheehan y Reffell promueven lo que consideran un nuevo feminismo "sensual", argumentando que si las mujeres hacen sentirse cómodos a los hombres "hasta podrían abandonar la idea de ir a la guerra".

"¿Por qué el orgasmo?", escribió Sheehan en su blog al describir la convocatoria del 22 de diciembre. "Sabemos que ustedes necesitan más sexo muchachos, no menos. Así que aquí hay una oportunidad de practicar, practicar, practicar, a favor de la paz".

14 noviembre, 2006

Quines ganes...

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Sobre la belleza

Lo único que quizás pone a todos de acuerdo es el éxtasis de la belleza (aquella que, de tan auténtica, llega a doler). No coincidimos en dirimir qué es bello, pero sí en que su impacto no tiene parangón en la naturaleza. Igual que en sentido negativo no hay nada más perturbador que la violencia, en el positivo no existe nada más turbador que la belleza. En este sentido, podría verse como la compensación poética que brinda la estética a la fealdad, es decir, a los horrores del mundo. Como apunta sabiamente el ya citado Andrés Neuman, nos hemos de proteger de ella a través de las metáforas: su condición esquiva nos incapacita para penetrar en sí misma y transcribir sus atributos reales, debemos limitarnos a rodearla y reducirla a conceptos abstractos, a desmenuzarla con palabras, colores, notas musicales... puesto que el conjunto total y su estado en bruto permanecen inaccesibles. De verla desnuda, de acceder a su esencia no es de extrañar que cayéramos fulminados por un ataque cardíaco. Un colega periodista me dijo con sorna que la belleza era lo único que respetaban los ricos. Si apuramos incluso podríamos decir que también los indeseables (un ejemplo literario que me viene a la cabeza sería el desenlace de "Sábado" de Ian McEwan). La belleza vendría a representar así el paroxismo de la democracia, el máximo elemento nivelador antes de la llegada de la muerte.
La filósofa Elaine Scurry va más allá en su ensayo "On beauty and being" al sostener que pensar acerca de la belleza puede ayudarnos a pensar sobre la justicia social. Mientras pensamos si un pensamiento puede conducirnos hacia el otro pensamiento, reconoceré que no soy lector de Miss Scurry, sino que me la topé aportando una cita que sirve de pórtico a la novela "Sobre la belleza" de Zadie Smith. Múltiples y escondidas pueden ser las razones que han llevado a la escritora a escoger este título, una de las cuales podría ser que ninguno de sus personajes -al igual que el resto de los mortales- es inmune a sus encantos, ya tengan estos un desenlace feliz o destructivo, reparador o doloroso. En uno de los más emotivos pasajes del libro el patriarca de uno de los clanes, Howard Belsey, le confiesa de forma balbuciente a su mujer los motivos por los cuales ha perdido la cabeza por una joven estudiante hipersexy, quintaesencia de la belleza como resorte de la lujuria desaforada. Y dice así: "Men respond to beauty... it doesn´t end for them, this.... this concern with beauty as a physical actuality in the world ... and that´s clearly imprisoning and it infantilizes... but it´s true".
Y es esta asociación final de la belleza con la verdad, la que nos remite a esos célebres versos con que concluye "Ode on a Grecian Urne" de Keats: "Beauty is truth, truth, beauty - that is all Ye know on earth, and all you need to know". Al final debe ser este el secreto de la imantación de la belleza, que -al igual que la prueba del algodón del arte verdadero es que no tolera la mentira- aquélla es depositaria de la verdad última en un mundo plagado de mentiras, dudas, engaños, incertidumbres e incertezas. Una ranura por la que atisbar la sacralidad pura vetada al ser humano.

La senyora Núria

La senyora Núria fa fila de tieta solterona. Baixeta, tirant a rabessuda, té un somriure de cantó i alguna cosa a la mirada que em posa nerviós. Quan vaig arribar a la que ara és casa meva me la trobava sovint obrint la porta, com qui no vol la cosa, quan arribava, o quan marxava. Típica veïna xafardera, pensava. Alguna vegada, quan l’ascensor s’espatlla, em pica a casa, preguntant-me si em funciona la tele. Gairebé sempre que la veig du un carret de la compra, ple o buit. Ara, cada nit de cada dia, passades les dotze, la sento parlar per telèfon, en un to enrabiat, furiós, que talla d’arrel amb un buenu, buenu, hasta demà. Si jo fos Álex de la Iglesia, faria la segona part de La Comunidad. Es diria Los asesinatos rituales de la señora Núria.

08 noviembre, 2006

Hijosdeputa



Al igual que Todd Solondz, si bien con la carga de crueldad algo rebajada, Neil LaBute consigue en sus piezas teatrales (y parte de las fílmicas) rascar en nuestras más tupidas capas de hipocresía, autoengaño, educación y formalidad para mostrarnos al hijoputa que todos llevamos dentro, el cual suele estar latente o adormecido. En varias de sus obras acaba aflorando instigado por el acoso y la provocación de un hijoputa franco, orgulloso, que no se esconde, que admite su condición rapaz y se autojustifica como producto de una naturaleza humana de índole hobbesiana, apuntalado por una sociedad enferma en su obsesión por la pose, alimentada por las apariencias, desprovista de alma. Es el lobo con piel de lobo en un bosque infestado de lobos con piel de cordero, el que admite como pulsión vital la inmoralidad del lema "Everyman for Himself" en un mundo donde se suele lavar la mala conciencia pagando una cuota mensual de 6 euros a Médicos sin Fronteras. Esto viene a cuento de la excepcional (aunque mal interpretada) obra "Gorda" (Teatro Villaroel) del citado. La trama es resumible en la siguiente disquisición: si fueras una persona guapa, con un buen trabajo, alto nivel adquisitivo estuvieras en el mejor momento de tu vida y potencialmente podrías ligarte a cualquiera, ¿tendrías la suficiente personalidad para salir (y, sobre todo, presentarte en sociedad) con una persona de las dimensiones de la Orca Ulises a la que amas y sobreponerte a la vergüenza y los comentarios maliciosos de tu entorno?
Nos repele la diferencia (llámesele obesos, enfermos, retrasados mentales...) porque la tememos, ya que nos abre los ojos a nuestra vulnerabilidad, nos muestra el frágil velo que nos separa de la anormalidad grotesca postula el "amigo" bilioso del protagonista, que es la encarnación hiperbolizada de nuestros más bajos instintos, esos diablillos que sofocamos arrojándolos a las galeras del inconsciente. Pero de toda la obra me quedo con este apunte: "No sé quién inventó la frase "podemos seguir siendo

06 noviembre, 2006

Perro bueno, perro malo

Mi escritor vivo favorito de género negro es Michael Connelly, pues es quien me parece que es capaz de llevar la aspiración con los que todos los autores de novela policíaca intentan expulsarse el reproche de limitarse a ser macabros procuradores de entretenimiento para minorías -a saber, el topicazo de tratar los más acuciantes y eternos conflictos que atenazan el alma humana, siendo pues continuadores de una ángulo literario que une a Shakespeare con Dostoyevski- priorizando la diversión por encima del intelecto. O sea, que Connelly se las ingenia para ser profundo gracias (y no pese)a su vena ludica. En él basta un apunte al vuelo, como de pasada, que nunca entorpece la fluidez de la trama, para cargar de significado trascendental y reflexión casi metafísica lo que a simple vista es un thriller lleno de adrenalina. En su última y soberbia novela, "Echo Park", el detective Harry Bosch (un Sisisfo angelino y suerte de trasunto ficcional de James Ellroy al estar condenado con cada caso a resolver ad nauseam y simbólicamente el asesinato de su madre -por cierto, sensacional la adaptación cinematográfica de "La dalia negra" a partir de su recreación novelizada de los hechos)se enfrenta a un serial killer que casualmente se educó en el mismo centro que él. Y en uno de los clímax de esta caza gato-ratón el asesino le recuerda una de las piezas de sabiduría más caras a esa institución, que decía: "Todo ser humano nace con dos perros dentro de sí, uno bueno y otro malo, que luchan por su alma. El que gana, en última instancia, es aquel al que decides alimentar. Yo alimenté al malo. Tú, al bueno". El problema, intuyo, es que todo el mundo ceba a los dos perros a la vez y que ninguno acaba de ganar. El que prima las necesidades del malo intenta denodadamente que parezca que hace lo contrario, mientras que el que procura por el bueno tiene complicado que se le reconozca el mérito. Y así estamos.