17 diciembre, 2006

Lisboa

¡Yo también viajo! No a sitios tan exóticos como los demás canguros, a juzgar por la enorme cantidad de españoles que encontramos por Lisboa, pero viajo. En épocas más convencionales, pero qué se le va a hacer. Atravesando en coche la península y comiendo en tascas de mala muerte, pero con toda la ilusión, ea.

Mi prodigiosa mala memoria me impide recordar cómo fue mi primer viaje a Lisboa, allá cuando tenía 13 años, pero las fotos dicen que estuve allí (también dicen que los 90 fueron estéticamente despreciables) y que pasé por esos mismos lugares, así que habrá que creerlo. Por si acaso, recorrí de nuevo Alfama, Belém, los tranvías, la plaza do Comerço, el Bairrio Alto, el ascensor aquel, Sintra, las cafetarias-pastelarias y el mercadillo do Ladro. Y seguro que recuerdo esta segunda vez, aunque sólo sea por las picaduras de mosquito tigre que adornan mis piernas y por el cacaolat versión portuguesa, que he de decir que mola más que el autóctono…