06 julio, 2007

"A la gente le gusta que le cuentes cosas, en dosis adecuadas, en un tono humilde y confidencial, y entonces creen que te conocen, pero no es verdad, sólo saben de ti, porque lo que averiguan son los hechos, no los sentimientos, no lo que piensas sobre nada ni el modo en que tus experiencias y decisiones te han convertido en quien eres. Lo que hacen es rellenar estas lagunas con sus propios sentimientos y opiniones y suposiciones, con lo que componen una vida nueva que tiene bien poco que ver con la tuya, y de este modo proteges tu intimidad. Basta con ser amable y sonreír y huir de los pensamientos paranoicos, porque la gente va a hablar de ti por mucho que te resistas, es inevitable, y en su lugar tú harías lo mismo" ("Salir a robar caballos", de Per Petterson)