26 mayo, 2008

Memento Mori

Un ex compañero de clase, amigo y, pese a todo, lector esporádico de este blog participa desde hace tiempo en una de las porras más irreverentes de las que he oído hablar en mucho tiempo. Los participantes elaboran, cada principio de año, una lista con las 25 personas famosas que creen que van a morir en los próximos 12 meses; al finalizar el año hacen recuento de los fallecidos y gana quien más fiambres tenía en cartera. Así de simple.

Claro que para añadirle emoción a la apuesta han añadido unas cuantas reglas, como la que establece que los muertos más jóvenes puntúan más. Así, un ilustre fallecido de 80 años sólo suma 20 puntos (tantos como años le separaban de los 100) y, en cambio, un bonito cadáver de 25 años supone 75 puntos (de ahí, supongo, que Amy Winehouse figure en casi todas las listas de este año…).

Del mismo modo, existe una bonificación de 5 puntos por exclusividad (si el famoso sólo está en tu lista), por acertar el primer muerto del año (5 puntos) y por el último (otros 5). En junio se abre el mercado de verano y durante unos días es posible cambiar a tres personas de la lista, pero cuidado con abusar de esa medida, porque si alguno de los apartados fallece en lo que queda de año el participante recibe una penalización.

Entre los participantes, hay quien va a lo seguro, a tenor de la edad de los componentes de su lista (Luis García Berlanga, Heribert Barrera, Tony Leblanc, Santiago Carrillo…), quien prefiere hacer la carta a los Reyes (Ángel Acebes, Luis Figo, José María Aznar, Federico Jiménez Losantos…) y quien se la juega apostando por Ernesto Sábato, al que le quedan tres años para cumplir los 100 y empezar a restar.



Puede parecer fuertecillo jugar con estas cosas, pero en Internet hay de tó y siempre hay quien va más allá. Así, si alguien quiere apostar de verdad por la muerte de un famoso no tiene más que acudir a When is Britney going to die?, una página web que promete premiar con una Play Station 3 a quien acierte la fecha de traspaso de la otrora princesa del pop. Hagan juego, señores.