24 julio, 2008

El timo ruso

Información al contribuyente: desde el 2 de junio de este año cruzar la frontera rusa cuesta 100 euros. Debido a una reciente remodelación del procedimiento de solicitud de visados, cualquier turista español que quiera visitar Rusia este verano debe dirigirse a una de las dos únicas agencias autorizadas para realizar los trámites (Iberrusia y Politours) y pagar un mínimo de 70 euros por el visado, más otros 10 de seguro médico y más otros 25 por la carta que certifica que dispones de alojamiento hotelero. Hasta hace un mes y medio el visado turístico se podía tramitar directamente en la embajada o el consulado, pagando la tarifa oficial de 35 euros.

Varias cosas huelen muy mal en todo esto: para empezar, que sólo haya dos agencias de viaje autorizadas (¿procedimiento seguido para escogerlas, por favor?), con el consiguiente acuerdo para subir las tarifas, que en el caso de la tramitación de urgencia llegan a los 180 euros. Luego está el asunto de la carta en ruso para el consulado, que tiene muy mala pinta… En teoría, la carta especifica dónde y en qué fechas vas a alojarte durante tu estancia y la mayoría de los hoteles la proporcionan. En la práctica, sin embargo, Iberrusia no te garantiza que esa carta vaya a ser aceptada por el consulado, así que te tienes que pagar porque te hagan una, la suya, que es la buena. Se supone, porque como está en ruso vete a saber… De todas formas, hay que creer en la existencia de esa carta, porque el turista no va a verla en ningún momento. Por lo visto “va directa al consulado”. A nosotras ni siquiera nos han preguntado en qué hotel pensamos alojarnos, así que cabe preguntarse en qué hotel pondrá la carta que vamos a alojarnos. Vamos, por preguntarse algo en todo este despropósito.

Tengo la sensación de haber sido víctima de una estafa institucionalizada. He pagado 105 euros por entrar en un país que está justo al lado de otro país en el que voy a pasar tres semanas con mi DNI como única acreditación. Hay momentos en los que le ves la utilidad a la Unión Europea.

¿Y todo esto por qué? La teoría que corre por ahí es que las autoridades rusas han emprendido una especie de venganza diplomática contra las autoridades españolas por las trabas burocráticas que se encuentran los ciudadanos rusos cuando quieren viajar a España. En la página de Iberrusia se puede leer textualmente que a la hora de rediseñar el procedimiento de solicitud “se estudió a fondo la experiencia del Consulado General de España en Moscú”. A fondo, dicen. ¿Quién dijo que el humor ruso no era sutil? A mí ese “a fondo” me parece un prodigio de sutileza. Vamos, que cogieron el procedimiento de entrada de ciudadanos rusos a España y decidieron adoptarlo. Pues yo esta vez voy a pagar 100 euros por entrar en su país, pero no sé si me van a quedar ganas de repetirlo.



Y ala, que ya está, que ya me he desahogado otra vez. Qué sano es lo de quejarse y qué a gusto se queda una.