24 diciembre, 2009

BE


Primero me resistía a entender que amigos y conocidos a los que tengo por medianamente cultos e inteligentes, amén de dotados de unos mínimos de raciocinio y sentido común, fueran cautivos del fenómeno Belén Esteban, ese inefable esperpento que sólo por idolatrar al chándal y embrutecer el lenguaje hasta cotas que ningún raticida puede enmendar, me produce un rechazo visceral. Pero tras días de ardua reflexión he visto que BE cumple para el individuo cabal la función de monstruo de feria, de despojo humano del que uno no puede despegar una mirada entre morbosa, horrorizada, perpleja y fascinada. El espectador del freak show bien puede prepararse un dry martini y degustarlo leyendo un ensayo de Emerson al llegar a casa después de la función. El problema radica en los que no ven a BE como una criatura marciana, un chiste de mal gusto, sino que proyectan en su figura los valores del pueblo humilde y trabajador, hasta el extremo de creer que representa a "la gente de la calle".

No es ta preocupante la incapacidad de ver algo tan flagrante como es que alguien que debe cobrar una millonada por cada aparición mediática y que luce prendas de un carísimo mal gusto está lejos de encarnar al cuello azul, sino la pobrísima imagen de sí mismo que tiene ese "pueblo", cuánto se infravalora. Idéntica asociación popular, pero de una naturaleza inversa, ocurrió con Lady Di, "princesa del pueblo", pues en su caso la comedia aristocrática y humanitaria provocaron una corrección a la alza de la imagen del ciudadano de a pie.
Si en vez de hacerse la cirugía estética, BE hubiese invertido ese dinero en, pongamos, abrir y regentar una pescadería, yo no habría escrito este post y casi que me uniría al grupo de freaks finos y con dos dedos de frente.

20 diciembre, 2009

"Donde viven los monstruos"


La función de las criaturas peludas y cabezudas en el libro "Donde viven los monstruos" de Maurice Sendak era permitir al protagonista, Max, desarrolar su fantasía de poder reinar en una isla donde sus ganas de jugar y de hacer el salvaje no conocieran límites, donde no hubiera adultos que lo castigaran por dar rienda suelta a su desbordante energía infantil. Más que sus súbditos, los monstruos eran sus iguales
-literalmente, pues la madre de Max le llama "Wild Thing" cuando comienza a cometer travesuras- cómplices en la creación de un espacio lúdico en el que gritar y correr. Entre todos levantaban un sueño y no un fuerte.

En manos de Dave Eggers y Spike Jonze las bestias se convierten en la encarnación no de las emociones infantiles, sino de las adultas, una panda de seres confusos, inseguros, acomplejados, miedosos, celosos, neuróticos... que avanzan a un perplejo y sobrepasado Max, incapaz de comprenderlos y ayudarlos, el lado menos amable de lo que le espera una vez entre en esa caótica entelequia llamada madurez.

Brilla el film al principio y al final, cuando son las emociones de Max las que dominan, en su hogar y en la bienvenida y la despedida de la isla, en definitva, cuando Sendak está de cuerpo presente. Pese a a su título, "Donde viven los monstruos", siempre fue la historia de Max y no de Carol, Judith y compañía. Una historia que era una poética exaltación de cómo opera la mente de un niño se transforma en una sesión de psicoanálisis de la mente adulta, que convendremos, eso sí, en que puede resultar harto monstruosa.

18 diciembre, 2009

66ºNorth


Visitar Islandia me permitió familiarizarme con una marca autóctona de ropa que se caracterizaba por 1. abrigar una barbaridad. 2 tener un diseño muy atractivo, y 3. contar con una ingeniosa campaña publicitaria detrás en la que curtidos y desafiantes rostros de la fauna local te miraban desde fotografías con fondos naturales de lo más sugerente.


Tengo colgado en mi nevera este tarjetón, pero en esta reproducción no se aprecia la frase genial que lo acompaña:
THERE IS ONE PLACE IN ICELAND WHERE YOU MUST ABSOLUTELY
WEAR CLOTHES FOM 66ºNORTH .

IT´S CALLED "OUTSIDE".

15 diciembre, 2009

"Mal día para pescar"


Un luchador acabado, depresivo y dipsómano, un representante rufianesco con una pizca de corazón, un sirio bigotudo e hipertrofiado apodado "El Turco", una Miss Macbeth que teje jerséis y sueños de grandeza, un periodista que ya ha vuelto cuando el mismísimo diablo va, un pueblacho uruguayo donde ni la nada pasa, otra ronda de grappa para todos, una película sensacional.

11 diciembre, 2009

Seizure

Uno de los finalistas de la última edición del tantas veces demencial Turner Prize, Roger Hiorns, inundó un cochambroso piso de una barriada en el sur de Londres con miles de litros de sulfato de cobre. Una vez este cristalizó, todas las superficies adquirieron este aspecto entre lisérgica casa de los Pitufos, estancias del Titanic grabadas por una cámara subacuática con un filtro azul eléctrico, discoteca glaciar de un barrio trendy de Helsinki, prisión futurista, y Pompeya del siglo XXI desenterrada en el XXXI.

Su belleza y plasticidad, y la multiplicidad de espacios que puede evocar, son pruebas de que la instalación "Seizure" es a todas luces una obra de arte.






















07 diciembre, 2009

Huevos Kinder


De prosperar el anteproyecto de ley de seguridad alimentaria y nutrición que pretende prohibir los alimentos que vayan acompañados de un obsequio supondría el fin del Happy Meal de McDonald´s, lo que no podría importarme menos, pero también amenaza la integridad del dulce que me ha acompañado durante prácticamente toda la existencia y por el que profeso un amor sólo al alcance de unos buenos espaguetis carbonara. Me estoy refiriendo, cómo no, al Huevo Kinder, sobre cuyo mote popular, Kinder Sorpresa, pende la guillotina si finalmente le extirpan de sus entrañas el imprevisible y entrañablemente kitsch objeto de regalo. Quizás el hecho de que naciéramos en el mismo año, 1974, nos unió para siempre. Se da la circunstancia que en Estados Unidos está prohibido desde 1983 y que en Europa ya se intentó apartar del mercado en 2008, pero sorteó, junto al roscón de reyes, su aciago destino.

Lo devoro desde mi más tierna infancia por las excelencias de su chocolate -no ocurría lo mismo con algunos pastelitos, que insistía en comprar por el cromo- pero siempre me cautivó la ilimitada colección de muñequitos, figuritas, coches, puzzles, trucos de magia.. que incubaba, por lo general horrendas y coloristas miniaturas de plástico con las que nadie en su sano juicio podía tender lazos mínimamente afectivos. Resulta fascinante preguntarse por el ejército de mentes pensantes que se han dedicado durante 35 años a ir renovando el catálogo de cándidas monstruosidades de los Huevos Kinder. Esas personas merecen un homenaje. Son artistas ocultos que han hecho felices (o han atragantado hasta la muerte) a miles de niños.
Mi fidelidad al Huevo Kinder sigue incólume. Los viernes mi madre y yo nos zampamos uno acompañando al café. Yo monto la figurita y le hago la sempiterna broma de que me ofenderá si no se presta a colocarla en alguna de las estanterías del comedor. Este tipo de rituales unen una barbaridad. Como en verano se interrumpe la comercialización de los huevos a causa del calor, su ausencia pone una nota de tristeza a nuestras sobremesas, el vacío que dejan en la bandeja del café se reproduce amplificado en nuestros corazones.
Me estoy planteando recoger firmas contra ese malvado anteproyecto de ley.

03 diciembre, 2009

Endulzando la espera

Sensacional promo de Cuatro anunciando la 6º temporada de Lost, en la que se toma como referencia la obra del astrónomo persa Omar Jayyam y la de Jorge Luis Borges.


www.cuatro.com/perdidos

En el capítulo 5 de "Zombis", la hilarante serie de cortos para El Terrat donde Berto y Rafel son los únicos supervivientes del Apocalipsis y se ven acosados por unos no muertos con ganas de sorberles el cerebro, vemos un estupendo gag en torno a la serie. Luego recibe Shakespeare, quiero decir, Chéspir. Si os gusta, os animo a tirar hacia atrás porque todos garantizan unos minutos de risas sin enlatar.


http://www.youtube.com/watch?v=DG68N4OHKBM

01 diciembre, 2009

Tú eres más listo de lo que piensas


Viendo anoche otro excelente capítulo de "El ala oeste de la casa Blanca" reconsideré la ley que dicta que la comprensibilidad del espectador (o la del lector, sobre el que se suele aplicar más) es innegociable, que un producto artístico/de entretenimiento fracasa indefectiblemente si el público se pierde durante su desarrollo. Serie con una velocidad punta en los diálogos y una acumulación de asuntos que dificultan a veces su seguimiento, la creación de Aaron Sorkin consigue -como antes "The Wire" o "Los Soprano"- que me sienta halagado porque sus guionistas sobrevaloren mi inteligencia. Quizás me moleste que una conversación se me escapa pero más tarde casi puedo sentir mis neuronas sobreexcitándose cuando una nueva alusión me permite atar cabos y aclararlo todo ("Poirot c´est moi"). Ahora bien, el secreto de la fidelidad radica en última instancia en el carisma de unos personajes con los que vas encariñándote a medida que su carácter va definiéndose, su proceso de humanización consigue de alguna manera apelar a tu propia humanidad. Aunque en noches como la de ayer, cuando descubres que un bonito cambio de peinado de la secretaria de prensa de la Casa Blanca te da una alegría, adviertes que los subterfugios de la adicción catódica son más preocupantes de lo que sospechabas.

30 noviembre, 2009

"Mientras me afeito y escucho un concierto de cámara, me niego a

recordar que tanta belleza sobrenatural, la música vuelta espuma del

aire, no sería posible sin los árboles destruidos (los instrumentos

musicales), el marfil de los elefantes (el teclado del piano), las tripas de los gatos (las cuerdas)".


Extracto de "Elogio del jabón", José Emilio Pacheco, Premio Cervantes 2009.

25 noviembre, 2009

Fumar. Matar. Morir


El tipo difuminado que ríe junto a una chica guapa detrás del hombre "corpulento" es un servidor metido a extra en el cortometraje "Fumar. Matar. Morir" de Pedro Jiménez, rodado en parte el pasado fin de semana en un bar de encantadora cutrez de Madrid (me fascinó un cartel que ponía: "Prohibido cantar y bailar"). Haciendo de figurante me miro en el espejo del maestro Pere Vall, pero en él ejerzo también de modesto coproductor, pues mi sueño de grandeza fue siempre seguir los pasos de David O. Selznick. El hilarante corto gira en torno a unos cigarrillos -realizados por animación 3D- que son soldados a la búsqueda de la muerte más honrosa a la que puede aspirar un pitillo. Abundan los guiños al cine bélico, el vicio y el humor cañí. Pedro ya se ve luciendo smoking en los Oscar. Yo me conformo con ir a Sitges. Tendréis más noticias de mi clamorosa incursión en el mundo del cine próximamente.

23 noviembre, 2009

Lo leo negro

El pasado viernes RBA lanzó una página web dedicada a la literatura policíaca (www.serienegra.es) en la que un servidor tiene un blog ("Lo leo negro") sobre la materia que irá actualizando unas 2/3 veces al mes. Aunque sólo sea por hacer feliz a este niño, visitadlo alguna vez caramba y, los más osados, incluso podéis dejar algún comentario (por ahora ya lleva un par a cargo de firmas de lujo). Gracias!

20 noviembre, 2009

Motion Capture


Hace hoy una semana Rocío Ayuso publicaba en El País un artículo sobre la película de animación digital Cuento de Navidad de Robert Zemeckis, filmada según la técnica de "motion capture", que vierte toda la información gestual de actores de carne y hueso en figuras virtuales. Un referente bien conocido fue el personaje de El Gollum en la trilogía de El Señor de los Anillos, pero ahí la creación sintética se integraba en la imagen real, mientras que aquí sostiene íntegramente una película animada.


Lo que llamó mi atención fue el siguiente apunte: "Según la hipótesis del campo de la robótica, llegado un punto el realismo de una imagen sintética deja de crear empatía y genera repulsión porque parece irreal".

Me parece una paradoja interesantísima: cuando el artificio alcanza un grado de realismo exacerbado, esta presunta perfección desemboca precisamente en el efecto contrario, en la obtención de una irrealidad que provoca rechazo. Cuanto más se acerca el modelo sintético a su aspiración de reproducir fielmente las condiciones formales y estéticas del modelo natural más se aparta de su consecución.

El descubrimiento pone en cuarentena la hipótesis de que el futuro vendrá definido por una creciente expansión de lo virtual, por cuanto puede llegar un momento que resulte insufrible la colonización del simulacro y deseemos fervorosamente una restitución de la carne y del hueso. Como avanzaba una pegatina divisada en una carpeta universitaria, muy cursi pero que es evidente que me dejó huella: "Mil máquinas jamás podrán crear una flor".



15 noviembre, 2009

John y Gena



"La vela que ardía por los dos cabos era su único modo de estar en el mundo. Emocionarse con esa combustión era un fin en sí mismo. Lo único importante, qué fácil es decirlo, consistía en no resignarse. En la actualidad se echa de menos ese talante. Se echa mucho de menos esa lucha infatigable contra el miedo a vivir" (Francisco Casavella sobre John Cassavetes).


A mí la pareja sentimental y artística que formaban el cineasta y la actriz Gena Rowlands me ha transmitido siempre una sensación de ternura y electricidad colosal, no eran bellos pero sí rabiosamente atractivos, fotogénicos de una manera espontánea y primitiva, dos caracteres tempestuosos intercambiando miradas que eran arañazos de deseo. La poderosa cita de Casavella me gusta más imaginármela dirigida a ambos.


13 noviembre, 2009

R.W.P.


Con la excepción del segmento con Bloom y Ricci y algunos destellos visuales, del bluff que supone "New York I Love You", donde nadie parece tener nada de interés que contar cabe salvar la energía atómica que desprende Robin Wright Penn. Es la segunda vez en pocos años (la anterior fue con la turbulencia emocional que desplegó en "Nueve Vidas") que la actriz necesita unos pocos minutos para magnetizarme con esa expresión de sufrimiento que lleva grabada en un rostro tan hermoso que hasta las primeras arrugas son una conquista personal y una ofrenda al mundo.

11 noviembre, 2009

Watson y Crick y el Eagle Pub


Encuentro en Madrid con la psicóloga Laura Rojas-Marco y la filósofa especializada en inteligencia emocional Elsa Punset o, más acertadamente, duelo en Madrid con una estilista, una fotógrafo y un maquillador por robarle el tiempo a las citadas.


De Laura me quedo con esta cita de Bernard Shaw que sirve de rúbrica a sus correos electrónicos:

"Las personas que funcionan bien en este mundo son las que al levantarse por la mañana buscan las circunstancias que quieren y, si no las encuentran, se las inventan" ("La profesión de la señora Warren").

De Elsa me quedo con esta anécdota recogida en su ensayo "Inocencia radical":
"En 1951 James Watson y Francis Crick, dos jóvenes ambiciosos, decidieron trabajar juntos en Cambridge para resolver uno de los problemas clave en biología de aquella época: el ADN y su capacidad para codificar la información. Hicieron su mejor esfuerzo para no dejarse ganar la carrera por el famoso químico estadounidense Linus Pauling. Tuvieron la suerte de su lado: Pauling estaba a punto de abordar un avión a Inglaterra en mayo de 1952 para lograr acceso a rayos X detallados del ADN cuando el Gobierno de Estados Unidos le retuvo el pasaporte argumentando que llevaba a cabo actividades antiamericanas. Las imágenes por rayos X habían sido creadas por Maurice Wilkins y Rosalind Franklin. estos científicos ayudaron a descifrar el código, pero su aversión mutua bloqueó su colaboración. Rosalind, una de las pocas mujeres entonces en el campo de la investigación, se sintió tan relegada que decidió retirarse. Fue entonces cuando Wilkins mostró a Watson una de las imágenes del ADN de Franklin sin su aprobación. Ése fue el momento de la iluminación: Watson se dio cuenta de que los patrones formados en cruz en la fotografía tenían que estar formados como una hélice. Así, junto a Crick, construyó un modelo de metal d e dos hélices unidas entre sí por pares de cuatro moléculas. El reportaje sobre el modelo en la publicación "Nature" , en 1953, dio a ambos, Watson y Crick, conjuntamente con Wilkins, el premio Nobel de medicina en 1962. Franklin, olvidada de, murió de cáncer en 1958" (págs. 157-158).

PD: Es evidente que Watson y Crick tenían una saludable actitud desde recién levantados. Recuerdo que mi amigo Willy me invitó a una pinta en el Eagle Pub de Cambridge donde ambos científicos anunciaron al mundo que habían descubierto "el secreto de la vida". Esa tarde un grupo de biólogos recién licenciados cantaban borrachos y seguro que con cada brindis miraban al rincón del local donde se produjo la revolucionaria anunciación con la esperanza de emularla algún día.

05 noviembre, 2009

Memory


Hace pensar un dirigible que se hubiera quedado atascado o en una gigantesca vaina o en un vetusto submarino oxidado y salido de la imaginado de Jules Verne, pero en verdad es una instalación de Anish Kapoor que se muestra estos días en el Museo Guggenheim de Nueva York. Son 24 toneladas de hierro repartidas en 156 bloques y que fueron ensambladas en una fábrica de barcos. Lo más interesante, los variados conceptos y símbolos que hay detrás. Titulada "Memoria", la obra sólo es visible desde tres perspectivas parciales, nunca en su totalidad, por lo que es la mente del visitante la encargada de sumar cada una de las partes y agruparlas. Una de las "vistas" consiste en un ventanuco lateral que permite acceder a la oscuridad total que rige en el interior de la misma, un espacio infinito, un limbo que bien podría actuar como metáfora del inconsciente o de la amnesia o de la vida en la placenta o de la muerte o del vacío existencial que anida en el interior de cada uno de nosotros. Por el contrario, la forma externa de huevo o de seno también podría evocar la idea de fertilidad. Una conjunción de imponente exterior y dúctil interior que convulsiona los sentidos (en ambos sentidos de la palabra). Arte Total.

28 octubre, 2009

Mujeres Jóvenes, Hermosas y Gordas

"Siempre me siento turbado en presencia de una mujer joven, hermosa y gorda. Ni siquiera yo sé la razón. Tal vez sea porque aflora espontáneamente a mi mente la imagen de sus hábitos alimenticios. Al mirar a una mujer gorda, a mi cabeza acuden de manera automática escenas donde mordisquea los crujientes berros de guarnición que le quedan en el plato o rebaña con pan, con gesto glotón, hasta la última gota de crema de leche. No puedo evitarlo. Y cuando eso ocurre, la escena de la comida va ocupando toda mi mente, igual que un ácido corroe el metal, hasta impedirle efectuar cualquier otra función.

Si la mujer está gorda, aún. Una mujer que sólo sea obesa es como una nube en el cielo. Se limita a permanecer allí, flotando, y me deja indiferente. Pero cuando la mujer es joven, hermosa y gorda, la cosa cambia. Me siento impelido a adoptar cierta actitud hacia ella. Vamos, que es posible que acabe acostándome con la chica. Y yo diría que ahí reside la causa de mi turbación Porque no es fácil acostarse con una mujer cuando tu cabeza no funciona con normalidad. Eso no quiere decir que aborrezca a las gordas. Una cosa es turbarse y otra muy distinta aborrecer. hasta el momento, me he acostado con algunas mujeres gordas, jóvenes y hermosas, y la experiencia, en términos generales, no ha sido mala. Bien conducida, la turbación puede dar unos hermosos frutos que de ordinario jamás se obtendrían. También puede salir mal, claro está. El acto sexual es algo muy delicado, una cosa muy distinta que acercarse un domingo a unos grandes almacenes a comprar un termo. Incluso entre mujeres jóvenes, hermosas y gordas por igual, existen diferencias en cuanto al tipo de obesidad, y a mí hay un tipo de grasas que me lleva por el buen camino y otro que me sume en una ligera confusión" (El Fin Del Mundo Y Un Despiadado País De Las Maravillas, Haruki Murakami).

26 octubre, 2009

Papel de cocina

Existen procesos de orden práctico que pierden su naturaleza terriblemente trivial o farragosa, para adquirir el estatuto de ejercicios entretenidos y que, en los casos más extremos, incluso llegan a alcanzar la categoría de placeres absurdos. Hay quienes disfrutan de lo lindo viendo cómo sus trozos de uña saltan a la pica, a quienes les hipnotiza las curvilíneas formas que adopta la piel de una naranja mientras es mondada; quienes se extasían con la manera en que la plancha va surcando el cuello de una camisa entre emisiones de vapor. A mí me chifla pasar un papel de cocina por encima de una superficie manchada y observar cómo aquel se empapa del líquido y lo absorbe. Mi contribución a la deforestación mundial pasa por un uso abusivo de papel de cocina, atentado ecológico que compenso comprando papel reciclado sobre el que imprimo por ambas caras. Y hablando de equilibrios, este post me ha parecido tan tonto que me apresuro a enmendarlo con un divertido pasaje literario que acabo de leer.

22 octubre, 2009

En el traumatólogo



En la sala de espera del traumatólogo uno toma conciencia de que es un puñado de huesos. Uno suele concentrase en pensar que está compuesto básicamente de materia gris, espíritu, intelecto.. y suele olvidarse de sus articulaciones, por no hablar de sus niveles de calcio. Con los huesos ocurre como con las multas, sólo existen cuando duelen. En la sala de espera del traumatólogo uno escucha a una pareja mayor decirse cosas como está: "¿Cenamos eso ahí con aquellos?" y entiende que algunas matrimonios más largos que las obras de la Sagrada Familia han estado quizás inconscientemente soportándose todo con el objetivo oculto de hallarse algún día a un paso de la comunicación  telepática.  En el despacho del traumatólogo a uno le ponen en una camilla y le palpan la rodilla y le piden que deje la pierna muerta y uno no puede y le reiteran de malos modos que afloje y uno sigue sin poder relajarse y se lo piden una vez más de forma casi hostil y sigue sin haber manera y a uno le entre la risa tonta y lo dejan por imposible. En la consulta del traumatólogo a uno le comentan que se parece a Dustin Hoffman. Y cuando uno lo pone en entredicho mientras cavila mosqueado si se referirán al Dustin Hoffman de "Rainman", va y le especifican que ha sido un gesto que le ha recordado al Dustin Hoffman de "El Graduado", y a uno le gusta más pero sigue sospechando que la afirmación "soy una gran fisonomista" de su interlocutora sufre lesiones graves cuando le comenta que una vez le dijeron a ella que se parecía mucho a Vanessa Redgrave y que dieron en el clavo (cabe también la posibilidad que se refirieran a una Vanessa Redgrave que es veterinaria en Alburquerque y que uno no conoce). O sea que uno entra en la consulta del traumatólogo sintiéndose un puñado de huesos y sale de ella convertido en "El Graduado".  Y eso que uno pensaba que visitar al traumátologo iba a ser un aburrimiento.

16 octubre, 2009

"The Road"


7 motivos para rendirse a la película "The Road":



1. Por desmentir una vez más esa estúpida idea de "novela inadaptable".

2. Por la sutilidad del cataclismo (Hubo una luz, se pudrieron las cosechas, se murieron los animales, se acabó el combustible...).

3. Por subvertir el mito biológico del indestructible vínculo maternal.

4. Por la desoladora fotografía de Javier Aguirresarobe: esos cielos enlutados, de pura luz muerta, el Apocalipsis como un eterno atardecer amenazado de lluvia.

5. Por la lección interpretativa de Kodi Smit-McPhee, que alguien me explique cómo un chaval de once años sin ninguna experiencia es capaz de comunicar tan bien las emociones límites de su personaje.

6. Por este diálogo que, en el estilo "reduzcamos al mínimo el consumo de oxígeno y comuniquemos sólo lo imprescindible" característico de McCarthy, condensa todo el amor paternofilial que sostiene el film:

Niño: "Si yo me muriera, ¿tú qué harías?
Padre: "Yo también querría morirme".
Niño: "¿Para estar conmigo?".
Padre: "Para estar contigo".
 
7. Por los siguientes ecos que definen el desafío de tintes existencialistas que se les plantea a los supervivientes:

A. "Seremos de los buenos, pase lo que pase, ¿verdad?".

B. "¿Llevas el fuego contigo?".

(este último, una inversión luminosa del demoníaco "Fuego, camina conmigo" acuñado en "Twin Peaks"). 


14 octubre, 2009

Redecorando

La perspectiva de tener pronto un techo propio sobre la cabeza me ha puesto sobre la pista de varias páginas web sobre decoración y bricolaje de lo más interesante. No porque planee una gran reforma del pisín -la cosa se va a limitar a una cama y un sofá, al menos hasta fin del periodo de economía de guerra-, sino porque vale una pena echarse una vuelta por el patio cibernético de vez en cuando, aunque sólo sea para constatar que en la decoración moderna hay vida más allá del vinilo.

Una cosa que me gusta de las webs de decoración es que, a diferencia de las revistas de decoración, bajan al planeta Tierra a la hora de hacer propuestas. Porque, desengañémonos, nadie tiene tanto espacio en la cocina como para instalarse una de esas famosas “barras de desayunos” o una de esas “penínsulas” que son norma en las revistas. En resumidas cuantas, que esto no cabe en una cocina española estándar:





Nos están engañando (que no nos engaaaaañen): semejante espacio para cocina sólo lo tienen los Duggar, y ellos son muy creepy.

Otro punto a favor de Internet es que las webs de decoración no le hacen el vacío a Ikea, como sí hacen las revistas, que han hecho de ignorar la existencia de la marca sueca una forma de arte. En cambio, las webs saludan con entusiasmo la aparición anual del catálogo de Ikea, y hay páginas enteras consagradas al tuning de muebles de Ikea, oseáse, a la transformación de humildes mesas, sillas y armarios de Ikea en algo muy distinto a lo que tenían previsto sus rubios, altos y progres diseñadores.

El templo de esta especialidad de tunning es Ikea Hackers, y para muestra un botón:

Esto no es un escurreplatos. En origen, iba derecho y estaba pensado para los CD.

Y aquí 12 espejitos Malma a 3 euros la unidad dan como resultado... ¡un cabecero!


Hay todo un apartado, llamado Ikea fashion parade, basado en el siguiente principio: con lo bonitas y baratas que son las telas de las fundas de almohadas de Ikea, ¿para que limitarse a utilizarlas para cubrir almohadas? Y así nacen bolsos y faldas y vestidos de lo más apañao y multicolor.



Pero el colmo de las páginas para decoradores amateurs es Planning Wiz, nada menos que ¡¡¡un simulador de decoración en el que poder jugar, por fin, a las casitas!!!!

Puedes poner las dimensiones reales de tu casa, con sus tabiques a proporción real, sus muebles, su suelo, sus camitas, sus silloncitos… O sea, te mueres.

Casi dan ganas de echar el piso abajo y empezar de nuevo, por el gusto de hacerse un tabique con una puerta, un estante del cuarto de baño con una tabla de cortar y un cabecero con espejos Malma, Y entrar en un bucle infinito de reformas y en la compulsiva exhibición de las obras del apartamento, y en la adicción a Leroy Merlin. Porque ¿para qué está Internet si no es para confirmar que existen patologías mentales sobre casi cualquier aspecto de la vida? ¿Y para descubrir que tenemos el equipamiento necesario para sufrir de todas ellas?

10 octubre, 2009

Bassi y Groucho

Ya retirado del cine, Groucho Marx seguía buscando el calor de la gente y a la vez comprobar si conservaba su don para hacer reir por lo que solía actuar por sorpresa en espectáculos de circo. Una mañana los padres de Leo Bassi, miembros de una compañía itinerante en la que su hijo aprendería el arte del equilibrismo, le comentaron que ese día -la troupe estaba de gira por Estados Unidos- les visitaría el cómico más grande de todos los tiempos. La envidiable desvergüenza de los niños pudo más que el respeto que a Bassi le provocaba un adjetivo tan superlativo y, cuando Groucho Marx llegó y se sentó para maquillarse, él se colocó detrás con fascinación anticipada -el ritual de contemplar a sus padres maquillarse le producía un placer indescriptible- a la espera de ver cómo ese señor avejentado, encorvado, de gafas culonas y de espesas cejas azabache transformaba su rostro en lo que se suponía iba a ser una creación divina, filigranesca, la payasada maestra en términos faciales. Y Groucho va y lo que hace es limitarse a pintarse un bigote con un rotulador negro. El infante Bassi, estupefacto, consigue vencer a la timidez empujado por la acción combinada de la curiosidad y el desenfado propios de su corta edad y le pregunta: "¿Por qué te pintas un bigote en vez de ponerte uno falso?". A lo que Groucho Marx levanta esas cejas boscosas, dotadas de vida propia, y le responde: "Con este es más fácil comer sopa".


(Anécdota narrada por el propio Bassi en su maravillosos espectáculo "Utopía", donde Madoff y los jugadores de golf conspiran para envilecer el mundo, surgiendo las pinturas rupestres de Altamira y los patitos de goma para salvarnos a todos de la quema).

01 octubre, 2009

Whatever Works

Whatever Works. Woody Allen. 2009.

 

Contra el sentir general, que Woody Allen abandonara Nueva York tuvo en opinión del que esto firma consecuencias nefastas. Para su descomunal talento, que ya llevaba tiempo dando alarmantes síntomas de agotamiento creativo, refugiarse en Londres (Scoop y Cassandra´s Dream) fue una travesía en el desierto sin una gota de agua. Después se comprobó que lo inverso, servirle unas vacaciones pagadas más al sur de Europa (Vicky Cristina Barcelona), aún podía dar peores resultados. Pese a su fragilidad física y miopía, Allen es un animal de jungla - ¿qué otra cosa es si no la Gran Manzana?- al que no le sentó nada bien probar fortuna como animal de granja. El regreso a su terrario explica en parte que Whatever Works, pese a su condición de alimento light y remasticado, “works”, que sea un trabajo efectivo, agradable, simpático y, sobre todo (porque más no se le puede exigir a estas alturas a su director), gracioso. Y aquí es donde entra el soberbio Larry David, un cómico de raza, un artista a la hora de ajustar la frase ocurrente con la expresión facial precisa. Puesto que lo que más gusta de las comedias de Woody Allen es confundir al personaje con la persona, la suplantación de su personalidad y sus tics por otros actores nunca había funcionado (piénsese en Kenneth Branagh en Celebrity o Jason Biggs en Anything Else)… hasta hoy. Formado como “stand-up comedian” y guionista con un don para los one-liners sarcásticos (Seinfeld), intérprete de un judío neurótico, egocéntrico y encantadoramente insoportable en su serie Curb Your Enthusiasm… David parece salido de una muestra futura del ADN de Allen. Uno casi está tentado de otorgarle el mérito de la película a la eterna responsable de casting de aquél, Juliet Taylor. Hace ya muchos años que, a falta de una única idea original, la filmografía del responsable de Manhattan ha pasado a ser preferentemente un enorme espejo, un patchwork de autorreferencias en el que el fan es invitando a participar en un juego de agudeza mnemotécnica para captar los “¿en dónde lo he visto/oído? Whatever Works, con un protagonista que se despierta cíclicamente con un ataque de pánico y ganas de lanzarse por la ventana porque la vida no tiene sentido, que pierde la cabeza por una atractiva jovencita muy corta de entendederas y con treinta años menos, que rompe la ilusión de la cuarta pared dirigiéndose a los espectadores…, no es precisamente una excepción.  Por suerte, también demuestra que no hay nada mejor que un judío chistoso para entender a otro judío chistoso. (Revista go-MAG, octubre)

 


25 septiembre, 2009

Oslo



Oslo ofrece poco más que lo museos consagrados a Edvard Munch y a las embarcaciones vikingas, pero si convenimos que ese "poco más" es el Parque de Esculturas de Vigeland, llamado así por las 212 estatuas de bronce y de granito creadas por Gustav Vigeland y que representan a hombres, mujeres y niños en variados estados de ánimo y ejercitando el cuerpo de diversas maneras, casi se puede afirmar que la capital de Noruega merece una visita.  Un país con un 93% de lectores que absorben una media de 16 libros al año (un 14% supera los 30 títulos anuales) debe estar hecho de una pasta especial, pero luego lees y entrevistas al autor de género negro Jo Nesbo y descubres que aquél es generoso en asesinatos y suicidios y que en Oslo el consumo de heroína es de los más altos de Europa y ya no sabes qué pensar. ¿Contra más lee una sociedad más se disparan sus índices de criminalidad? ¿Las montañas de novelas policíacas que se publican cada año reflejan el estado de las cosas o las crean? ¿Mostrará "El grito" el pavoroso rostro de alguien al que están apuntando con un arma en vez de ser una plasmación expresionista de la angustia existencial del momento histórico? Misterios.

19 septiembre, 2009

Hamburgo explicado a través de 3 bombas

1.


2.

3.




1. Bomba 1/La estampida: En 1942 uno de lo feroces bombardeos de las fuerzas aliadas sobre la ciudad encuentra como accidental objetivo el zoo. Al presumiblemente alto número de animales fallecidos se suma un buen contingente que descubre su jaula reducida a chatarra y opta por escapar. Los ciudadanos de Hamburgo amanecen con elefantes yaciendo en los parques, leones cruzando los pasos de zebra, avestruces plantadas en las puertas de los bancos, gorilas aguardando su turno en la cola del pan...


2. Bomba 2/El refugio: Cumplo con mi fantasía de visitar el bar Zoe en el Barrio Rojo, escenario de una de mis películas tótem de los últimos años, "Gegen die Wand (Contra la pared) de Fatih Akin. Su iluminación bajo mínimos, paredes desconchadas e infectadas de humedades, sillones pulgosos y lamparas ambarinas lo convierten en una mezcla de refugio antibombas y guarida de humanos que se esconden de unos zombies posatómicos. Inolvidable.


3. Bomba 3/ El caminante: En el Hamburger Kunsthalle contemplo arrobado uno de los cuadros estrella de la colección permanente "Der Wanderer über dem Nebelmeer" (El Caminante Sobre el Mar de Niebla), sólo su título contiene un poder de evocación tal que invita a escribir cien relatos de cómo esa figura romántica llegó a esa cumbre de soledad. Una versión sería que huyó de ese Hamburgo asediado por animales salvajes en fuga. Otra que buscó en el pico de una montaña brumosa la salvación a las hordas de zombies al desconfiar de las garantás ofrecidas por el bar Zoe como guarida.

06 septiembre, 2009

The West Wing


A pesar de que me costó un poco situarme en la serie, entender el papel que desempeñaba cada personaje y la compleja estructura política por la que navegaban, y restando importancia a puntuales exhibiciones de patriotismo yanqui, ahora me siento un devoto de The West Wing (en v.o., claro, pues, al igual que una película, me resultaría inconcebible una serie sin subtítulos). El equipo de guionistas, con Aaron Sorkin al frente y como los de pongamos Friends, Lost o The Wire, me parecen creadores de un talento tan desmedido como cualquier literato de primera fila. Aún se me humedecen los ojos cuando recuerdo el siguiente monólogo del chief of staff Leo McGarrey sobre su adicción al alcoholismo (él la sufrió también en su vida real), perteneciente al capítulo número 10 ("Bartlet for America") de la 3ª temporada. Por emoción, cadencia y ritmo, prácticamente un poema.


"Me gustan las cosas pequeñas.
El tacto de un vaso.
De un buen vaso gordo con una base sólida.
Me encanta el sonido del hielo
cuando lo lanzas desde la altura correcta.
Desde muy arriba
se agrieta al echarlo.
Si el hielo se agrieta
se deshace demasiado rápido el whisky.
Un buen whisky escocés está 12 años madurando.
Uno muy bueno, 29.
Johnnie Walker Blue es un whisky escocés de 60 años.
Soy alcohólico.
Yo no me tomo sólo una.
No entiendo a la gente que se toma una copa.
No entiendo a la gente que se deja medio vaso de vino en la mesa.
No entiendo a la gente que dice que ya tiene suficiente.
¿Cómo puedes tener suficiente de sentirte así?
¿Cómo puedes no querer sentirte así más tiempo?
Mi cabeza funciona de otro modo".

02 septiembre, 2009

ISLANDIA

Sirva el siguiente muestreo de fotos de la isla como una invitación a que la visitéis.














Resume las excelencias de Islandia que me permitiera sacar una foto así a mí, especialista en desenfoques, ojos rojos, amputaciones corporales, contraluces y dedos asomando por los extremos.

25 agosto, 2009

Última Hora: hasta el 22 de agosto Islandia era conocida mundialmente por las sagas, el bacalao, la cantante Björk y el futbolista Gudjohnsen, por acoger el volcán que inspiró a Jules Verne “Viaje al centro de la Tierra”  y la zona de prácticas de la expedición lunar del Apolo 11. Desde el 22 de agosto, se añade a la lista de honor el que su capital organizara la maratón que acabó el que esto firma. Dicho esto con toda la modestia (y las rampas) del mundo. 

23 agosto, 2009

Verano

El lunes vuelvo al trabajo. Podría hablar de las fiestas que me he pegado… De todos los hombres interesantes que he conocido… De los lugares exóticos que he visitado… Pero como este año no he hecho casi nada de eso, hablar de ello sería mentir, y mentir está feo. En realidad, estas tres semanas de agosto se podrían resumir en pocos puntos:

- Cumpleaños: me proveyó de ingentes cantidades de material para ver/leer/escuchar. Estoy en ello, lo prometo.

- Pisos y más pisos: toda la primera semana se me fue en ello. Acabé un poco saturada y a punto de verle la gracia al movimiento okupa, así que pensé que sería mejor darle un descanso al asunto. Por salud mental, más que nada.

- Sol y piscina. Nunca he entendido la obsesión colectiva por la playa. Una vez al año me parece bien, pero, para tomar el sol y bañarse, ¿qué mejor que una piscina, con su cloro, con sus duchas, con su solarium con tumbonas? ¿de dónde sale esa alucinación colectiva según la cual no hay nada mejor para bañarse que el mar?

- Fiestas de Gràcia: me gusta el ambientillo nocturno (y vi mi concierto de Manel como todo el mundo), pero aún me gusta más el barrio por la mañana, y soy una freak de las calles adornadas, me las veo todas y luego discuto conmigo misma o con quien pille a tiro sobre la injusticia de que Verdi haya ganado otra vez el premio, con lo que se esfuerzan los de la calle Tordera.

- Hermana Embarazada: requiere atención extra.

- Amigachos varios: de los que se quedan en la ciudad, porque todavía hay personas como dios manda.

- Series y pelis: todas las que quedaron pendientes por ver durante el curso y juré ver en vacaciones. Y alguna más.

- Lecturas: Anatomía de un instante, de Javier Cercas (apasionante como una buena novela), El vendedor de pasados, de Jose Eduardo Agualusa (por empezar a hacerme con el catálogo de la casa), Pasando página, de Sergio Vila-Sanjuán (por empezar a hacerme con el mundillo asociado a la casa), La mujer de treinta años, de Balzac (los clásicos franceses no son lo mío, es definitivo) y, algunos cómics que dudo que cuenten como tiempo invertido en la lectura.

- Yo yo yo: he dormido mucho, he comido porquerías a mogollón, he perdido el tiempo de la forma más absurda, he comprado cosas que no necesito, he desarrollado el hábito de ir por la calle mirando los balcones y he pasado tardes enteras haciendo las cosas menos productivas que se me han ocurrido, y recreándome en ello.

No es que quiera reivindicar el verano en la ciudad por encima de otras opciones seguramente más vistosas de explicar junto a la proverbial máquina de café, porque me faltarían argumentos para sostener semejante premisa, pero desde luego es una opción que merece la pena probar de vez en cuando. La ciudad, fuera de las zonas turísticas, está desierta y muy tranquila. La expresión que más he oído estas semanas ha sido “¡pero qué bien se aparca!”. La oferta cultural es escasa, pero va aumentando. Hasta en los cines hacían alguna cosa que superaba claramente la categoría de película veraniega de desecho. Por la noche sólo se está bien en la calle, así que todo el mundo sale a la calle. La programación televisiva da miedo, así que no queda otra que agarrar un libro y ponerse a aumentar las estadísticas de lectura. Y existen los ventiladores. Así que Barcelona en agosto está bien, está mejor que muchas otras cosas. Al fin y al cabo, siete millones de turistas no pueden estar equivocados.

07 agosto, 2009

Elevarse

De una experiencia singularmente emocionante y bella decimos que nos eleva. Precisamente el sentido vertical conecta los dos montajes visuales que más me han hecho disfrutar este agosto.

Uno tiene a este viudo gafotas y de espíritu aventurero como protagonista, surcando los cielos en su casa propulsada por globos llenos de helio. 



La otra nos muestra a cámara hiperralentizada la ascensión de un hombre desde el fondo de una piscina tenuemente iluminada y su posterior descenso a las mismas profundidades, con el el desnudo cuerpo humano generando sinuosas formas líquidas en constante mutación durante todo el proceso de subida y bajada. 




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El film "Up" de Pixar y la instalación "The Messenger" de Bill Viola en la Capella de Sant Nicolau (Girona). Subirse a ellas es despegar la sombra del suelo.
 

03 agosto, 2009

The High Line


Junto a la costumbre del jubilado de observar las obras en la calle con la cara de circunspección que otros ponen frente a una obra de arte abstracto colgada de un museo, la práctica de  ver pasar los coches desde el puente elevado de una autopista o de una autovía siempre había estado fuera de mis márgenes de comprensión. Mi sospecha de que el problema radicaba en que estos márgenes resultaban lamentablemente estrechos y convencionales o, mejor expresado, de que me basta cambiar de contexto una experiencia anodina para que mi perfil snob se alboroce con lo que antes censuraba como una ridiculez supina, se me confirmó durante una visita a Nueva York, más concretamente durante un garbeo por el recientemente desprecintado primer tramo de un paseo elevado conocido como The High Line. A medio camino, me encontré con unos escalonados bancos de madera que desembocaban en un grueso cristal horizontal que creaba un efecto pecera en el que los vehículos cruzando la calle unos 10 0 15 metros por debajo hacían el papel de los peces. La constancia de su flujo, si bien con el ruido amortiguado, unido al punto de fuga que creaban las líneas proyectadas por la avenida y los edificios hacia el infinito generaron una capacidad hipnótica, de una belleza extrañamente serena si tenemos en cuenta que estábamos en medio de la ciudad, suspendidos en una bolsa tóxica por la  destilación fraccionada de crudo salida del asfalto y por el monóxido de carbono emitido por los tubos de escape de los vehículos, y rodeados de enormes masas de acero y hierro.



27 julio, 2009

Lo que Armstrong jamás contó

8 minutos después de haber hollado por vez primera la árida y rocosa superficie lunar, el comandante Neil Armstrong cree captar un destello en ese páramo silencioso y helado. En un primer momento lo atribuye a un efecto espejo provocado por el impacto de uno de los focos lumínicos del módulo sobre algún punto de su traje. Viendo que su compañero Aldrin está ocupado desenredando la bandera americana, decide acercarse y salir de dudas. Para su sorpresa, descubre que hay algo material yaciendo en el suelo. Le embriaga una cierta aprensión que finalmente no tiene nada que hacer frente a la roedora curiosidad, por lo que se agacha a recogerlo. Entre sus dedos se encuentra con un vulgar chicle dentro de su envoltorio rectangular de color plateado.

La histórica expedición regresa a la Tierra y, tras muchas cavilaciones, Armstrong opta por mantener en secreto su hallazgo. Por dentro, sin embargo, se siente furioso y estafado. Cada vez que recibe una felicitación, un aplauso o un vítore la tenaza del fraude le pinza el alma. ¿Pero cómo afrontar el ridículo de confesar que no fue el primer hombre en pisar la luna? ¿Y por qué no sale un astronauta ruso o un ingeniero espacial chino a colgarse la medalla? Sobre todo, ¿cómo le dice a su mujer que renuncie a la mansión de Long Island que ya tienen apalabrada gracias a los emolumentos de la  hazaña? Armstrong toma pastillas para dormir, pierde el apetito, adopta por defecto una actitud taciturna, algunas mañanas se olvida de darle de comer al perro, con frecuencia compra fertilizante para las plantas y lo abandona en un rincón del cobertizo. Una noche se despierta sobresaltado y sudando a chorros a resultas de una pesadilla en la que, siendo el invitado de honor a una cena de gala en la Casa Blanca, es humillado a mitad de su discurso cuando todos los asistentes se levantan al unísono y comienzan a mascar, sonoramente y entre carcajadas fantasmagóricas, chicles de menta ácida que llevaban escondidos bajo la lengua.

Se levanta de un salto resuelto a destruir al monstruo gomoso que le ha arruinado la vida. Lo coloca sobre la barbacoa, lo rocía con gasolina y le prende fuego. Cuando queda reducido a un garbanzo carbonizado, lo deposita en el profundo surco que ha cavado bajo el roble de su jardín, lanzándole seguidamente paletadas de tierra para que more eternamente junto a las hormigas. Armstrong regresa a la cama con una beatífica sonrisa que se traducirá en un sueño angelical. Este aún no ha llegado a su máxima expresión que el maltrecho chicle subterráneo ya ha comenzado a solidificarse y a crecer hasta alcanzar el aspecto, el tamaño y la consistencia de una pitillera de color fucsia. Esta metamorfosis va pareja a la desactivación de la emisión de una suerte de notas musicales de naturaleza atonal en una frecuencia inaudible para el oído humano. La nave extraterrestre ¿K9->> jamás  captará ya la señal que le indique la localización de la caja negra del último modelo que la precedió.  

26 julio, 2009

Qué bonito que es mi piso

Estoy mirando pisos. De compra, principalmente. Es una locura, pero parece que hay bancos dispuestos a concederme una hipoteca, y si ellos, visto el percal, creen en el poder de mi minisueldo, ¿por qué no voy a hacerlo yo?

Mi límite está en poco más de 200.000 euros. Por esa cantidad hay alguna cosa decente en los barrios periféricos (descartado), alguna cosa que requiere reformas en los barrios obreros (quizá) y, en los barrios chulos, cosas como esta:



200.000 euros piden por este bonito rincón de la calle Joaquín Costa. Otra vista del inmueble en cuestión:



Del baño no hay imágenes. ¿Habrá baño? En caso de que haya, ¿lo habitarán especies animales no conocidas por el hombre?

Más viviendas de postín por 200.000 euros, ésta en Riera Alta:





No sé si me asusta más el mobiliario de castillo del terror, el lavadero lleno de agua estancada o que consideren que estos son los dos mejores ángulos de la casa.

Al final me he preguntado: ¿y cómo debe de ser un piso que esté por debajo de los 200.000 euros? ¿Será un solar y un paquete de ladrillos de regalo?

Así que he ido a buscar el piso más barato de Barcelona: 75.000 euros (12 millones y medio de pesetas) por 30 metros cuadrados en la calle Ramón Rocafull, en pleno barrio del Carmelo. Y, oye, no está tan mal.



Y por un poco más, 82.000 euros (13 millones y medio) tienes una cosa de 23 metros muy apañada en el Verdún.



Y por casi 15 milloncejos (90.000 euros) todo un piso de 60 metros cuadrados en Sants. Este es un poco Cuéntame, pero no se puede tener todo.





Tras descender a los infiernos he ido a buscar el piso/casa/chalé más caro de Barcelona. Equilicuá, seis millones y medio por una choza en Bellesguard con una sala de juegos de 80 metros cuadrados:





De todas formas, no todo el monte es orégano por la parte alta de la clasificación, porque por este templo del buen gusto de sólo 90 metros cuadrados en el barrio de Santa Caterina piden casi un millón de euros, y, francamente, a mí ni regalado:





De repente, me encanta mi piso.