22 abril, 2010

Hotel del Universo / Hotel Existencia


El hallazgo por dos libreros "cazatesoros" en un mercado de antigüedades francés de una postal en la que se ve a siete personas en torno a un par de mesas en la ciudad de Aden en Abisinia (actual Yemen), en algún momento entre 1890 y 1990, ha revelado al mundo los rasgos adultos de Arthur Rimbaud (primer hombre por la derecha). Al precoz poeta simbolista, que casi mata de amor a Verlaine y que pronto arrinconó los versos en beneficio del contrabando de armas en África, se le asociaba exclusivamente con una imagen juvenil, acorde con los escasos y jóvenes años de su producción poética (se retiró a los 20), debido en un sentido práctico a que sólo circulaba una manoseado retrato suyo en blanco y negro, al que añadir su presencia en un cuadro de grupo a cargo de Henri Fantin Latour que se expone el Musée d´Orsay.

Además de comprobar una vez más que a las leyendas tempranas no les favorece en absoluto que se difundan sus rasgos de madurez , a mí lo que más me gusta de la historia es el nombre del lugar donde se tomó la foto: Hotel del Universo.
Siempre me ha parecido que basta bautizar un proyecto de novela con un nombre de hotel mínimamente sugerente para que se ponga en marcha una historia que debería conducir a un desenlace interesante. Recuerdo que en mi etapa de mayor fervor por Paul Auster, a mediados de la década de los 90, declaró que trabajaba en un nuevo libro que iba a titularse "Daydreams at the Hotel Existence". Al final se le cruzó otra obra por el medio y la abandonó, pero mi cabeza estuvo dando vueltas por ese Hotel Existencia durante muchísimo tiempo, convencido de que supondría su obra maestra sin discusión, y aún hoy confío que remonte su alicaída trayectoria en la última década retomando algún día la idea.